Informes comentados
Informe
Autor del artículo original
Camilo Urra Albornoz
Columnista Experto de SIIC
Institución: Universidad Católica del Maule
Talca Chile

Uso de redes sociales, ansiedad, depresión e indicadores de adiposidad corporal en adolescentes
Este estudio demostró que la ansiedad y la depresión están relacionadas estrechamente con elevados índices de adiposidad corporal y, al mismo tiempo, con mayor uso de redes sociales en adolescentes de ambos sexos. Sin embargo, los indicadores de adiposidad corporal no se asociaron con el uso de redes sociales. Estos hallazgos sugieren que los adolescentes con un elevado número de horas en redes sociales, adoptan estilos de vida que perjudican principalmente su salud mental.


Publicación en siicsalud
Artículos originales > Expertos de Iberoamérica >
http://www.siicsalud.com/acise_viaje/ensiicas-profundo.php?id=158538

Comentario
Autor del comentario
Rosario Guevara 
Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela


El valioso aporte que han ofrecido los autores del presente artículo, lleva a reflexionar sobre la importancia de tener en consideración, la estrecha relación e impacto que existe entre: la ansiedad, depresión y redes sociales; particularmente en los adolescentes.
La ansiedad y la depresión son trastornos que repercutenen el nivel global del funcionamiento del paciente, siendo evidente en diferentes ámbitos como: el área académica, familiar, laboral, entre otros. Ambos trastornos afectan a muchas personas, lo que conlleva a que sea un problema de salud pública; es de mencionar que son más frecuentes de encontrar de lo que parece. Las personas que padecen ansiedad pueden, consumir alimentos en abundantes cantidades y en horarios inapropiados. Se suele consumir alimentos con gran cantidad de
carbohidratos, que no son alimenticios o nutritivos. Por ende, impacta en el área nutricional del paciente. Por ejemplo, en algunos pacientes con diagnóstico de ansiedad y también con depresión, puede apreciarse el aumento del consumo de alimentos en forma acelerada o desproporcional; propiciándose un aumento de peso o sobrepeso. En otros casos de depresión, más bien se puede apreciar en el paciente un bajo peso, debido a que presenta poco apetito.
En el caso de algunos pacientes con depresión, suele apreciarse decaimiento y poca actividad física, eso conduce al sedentarismo, tendencia al sobrepeso y aislamiento. Pudiera producirse un círculo negativo necesario de culminar, para mejorar la calidad de vida. Debido al estado de ánimo, el paciente deprimido no quiere realizar ningún movimiento físico. Se puede notar sobrepeso, teniendo repercusiones negativas tanto físicas como mentales.
Relacionado con lo expuesto anteriormente y lo encontrado en la investigación de los autores, es de mencionar las redes sociales. Evidentemente, lo social tiene gran importancia en la vida de los seres humanos, como ente, que se caracteriza por la necesidad de interactuar y establecer lazos sociales significativos con el otro y su salud mental. Las redes sociales son de mucha utilidad, en el caso de que sean bien utilizadas; logrando adquirir contactos que sean de apoyo, soporte y por ende generadores de salud mental. Sin embargo, el mal uso puede propiciar aislamiento, relaciones superficiales, adquirir creencias y necesidad de cumplir con ciertos estándares, para poder ser valorizado por otros. Así mismo, se tiende a crear modelos de lo que pudiera permitir ser feliz o alcanzar el éxito en las personas. Además, los deseos de pertenecer a ciertos grupos particulares, especialmente en los adolescentes.
Actualmente, se ha observado el incremento en los adolescentes en el uso de las redes sociales, llevando a tener mucho tiempo en que dejan de interactuar en su núcleo familiar y social cercano. Los jóvenes mantienen exagerada cantidad de horas, que traspasan el horario nocturno de descanso, propiciando el desarrollo de otros trastornos, como es el del sueño. Otro aspecto a considerar es el aislamiento, debido a que a pesar de utilizar las diferentes redes de carácter social, no interactúan de manera personal; dejan de estar con las otras personas que son significativas. Dejando de cultivar vínculos que sean realmente importantes en su medio familiar, académico, vecinal, entre otros. Así mismo, de conocer otras personas en los diferentes medios en los cuales se desenvuelven. Aunado a eso es de considerar que son interacciones sin ningún tipo de afecto ni apego. El uso exagerado de las redes sociales, puede conllevar a que la persona deje de realizar diversas actividades y cuidarse en el área alimenticia, comiendo a deshoras y sin ningún tipo de hábitos. Eso hace que existan cambios negativos en su alimentación y peso, repercutiendo en su nutrición y en las otras áreas ya mencionadas. La adiposidad corporal: afecta la salud física y mental, el sedentarismo puede generar efectos negativos como una enfermedad crónica. Además, repercutir en aspectos de índole psicológica; como lo emocional, la autoimagen y la autoestima (negativa). Los autores mencionan, que aunque en este estudio los indicadores de adiposidad corporal no se asociaron con el uso de redes sociales, los hallazgos sugieren que los adolescentes con un elevado número de horas en redes sociales, adoptan estilos de vida que perjudican principalmente su salud mental. Por lo que considero, que nada en extremo es bueno, por más que sea del agrado de una persona. Si algo se realiza en extremo, aunque sea bueno; puede cambiar a ser algo negativo o contraproducente. La sabiduría y lo sano, es el equilibrio y nunca los extremos.
Las redes sociales son un valioso recurso que si son utilizadas adecuadamente, puede permitir una interacción, con gran enriquecimiento social y cultural.Con un buen uso de las redes sociales, se puede ayudar al paciente con ansiedad y depresión; porque por lo general tienden al aislamiento. Las redes pueden ayudarlo a interactuar si se les da un buen uso. En cambio el uso inadecuado y desproporcionado del tiempo en las mismas, conduce a relaciones de carácter superficial, en los que no hay un vínculo ni red que tengan conexión afectiva y mucho menos significativa. En las redes encontramos modelos de lo que pueden ser líderes e influencers, que impactan de manera positiva o negativa en la persona. Es importante considerar que el adolescente se encuentra en una etapa, en que se desea y necesita ser aceptado e incluido dentro de los grupos, en particular por sus pares.
Es importante el abordaje de la ansiedad y depresión, desde diferentes ámbitos o especialidades. Por ende, es relevante darle un lugar prioritario a la salud mental, el tema expuesto por los autores es un gran aporte y tiene relación con la salud pública, física, mental, nutricional y pediátrica. Lo que permite, hacer énfasis en que se requiere implementar estrategias pedagógicas y psicoeducativas, que permitan disminuir el número de personas afectadas y darles respuestas positivas a la población adolescente. Por ejemplo, la ansiedad y depresión se puede combatir a través de la actividad física, los beneficios del deporte son ilimitados. Si se le da un buen uso a las redes sociales, pueden ser un medio para evitar y combatir el aislamiento, tan frecuente en pacientes con depresión. Lo fundamental es la adquisición, mantenimiento y fortalecimiento de estilos de vida que sean positivos y saludables para las personas; permitiendo tener una mejor salud mental y calidad de vida.

Palabras Clave
Especialidades
SM.gif SP.gif      EdM.gif Nu.gif P.gif
Informe
Autor del artículo original
Camilo Urra Albornoz
Columnista Experto de SIIC
Institución: Universidad Católica del Maule
Talca Chile

Uso de redes sociales, ansiedad, depresión e indicadores de adiposidad corporal en adolescentes
Este estudio demostró que la ansiedad y la depresión están relacionadas estrechamente con elevados índices de adiposidad corporal y, al mismo tiempo, con mayor uso de redes sociales en adolescentes de ambos sexos. Sin embargo, los indicadores de adiposidad corporal no se asociaron con el uso de redes sociales. Estos hallazgos sugieren que los adolescentes con un elevado número de horas en redes sociales, adoptan estilos de vida que perjudican principalmente su salud mental.


Publicación en siicsalud
Artículos originales > Expertos de Iberoamérica >
http://www.siicsalud.com/acise_viaje/ensiicas-profundo.php?id=158538

Comentario
Autor del comentario
Claudia Wydler(1) y Liliana Papalia(2) 
(1)Hospital General de Agudos "Dr. Ignacio Pirovano", Área programática, Buenos Aires, Argentina
(2)Responsable Área Nutrición – Obesidad, Instituto Realize: Dra. Tania Borda


Los adolescentes de hoy crecen en un mundo digital que les resulta natural, pero los efectos que la virtualidad ejerce sobre su bienestar físico y su salud mental aún continúan en estudio. Los adolescentes y los jóvenes se encuentran entre los usuarios que más utilizan las redes sociales y es común que los jóvenes coman o duerman cerca de sus teléfonos. ¿Qué padres desconocen lo que es pedir a sus hijos que dejen el celular para cenar en familia o para irse a dormir más temprano? Es un tema de estudio el que el uso excesivo de las redes sociales podría tener consecuencias adversas en el desarrollo durante la adolescencia, entre las que se incluye bajo nivel educativo, abandono escolar, relaciones sociales deterioradas y,
en sus extremos, mayor riesgo de abuso de sustancias, problemas de salud mental y suicidio; además, sumado a ello, se agrega que sería un factor de riesgo significativo para trastornos cardiovasculares, sobrepeso y obesidad. Esto último nos refiere directamente a la investigación en cuestión.
El objetivo de esta investigación fue determinar la relación entre el uso de redes sociales y la presencia de ansiedad, depresión e indicadores de adiposidad corporal en adolescentes de ambos sexos.
Los resultados han puesto de manifiesto una relación positiva entre el uso de las redes sociales y la ansiedad y depresión, y la presencia de estas últimas, a su vez se asoció positivamente con los indicadores de adiposidad corporal en ambos sexos, excepto en mujeres en cuanto a la relación entre la circunferencia de cintura y la ansiedad. Esta última diferencia entre los distintos sexos puede tener su explicación en que en las redes sociales se ve reflejado algo que se manifiesta a través de diferentes discursos, muchos de ellos paradójicos, como una modificación en la presión social sobre el cuerpo: lo que se denomina una “ilusoria liberación del cuerpo femenino”. Es decir una valorización y un culto al cuerpo sin precedentes, que específicamente en el caso de la figura femenina, es valorado de forma positiva o negativa, no sólo por la mirada masculina sino además, por una mirada que juzga a las mujeres por las mismas mujeres, que afecta la autoestima y genera mayor labilidad emocional. Con respecto a las redes sociales, se encuentra establecido que el uso de ciertas aplicaciones que se caracterizan por proponer retos, llevan a compararse con otras personas “más exitosas” y potencian intencionadamente el éxito de los cuerpos “atractivos” además de permitir comentarios negativos hacia los que no lo son tanto, puede generar frustración y dar lugar a elementos que son un coctel peligroso sobre la nutrición, el cuerpo y la imagen corporal, al mismo tiempo que afectan negativamente a la salud mental. La regulación emocional juega un rol central en el comportamiento alimentario y el control del peso corporal y el proceso por el que se da la ganancia de peso a través del tiempo es muy complejo. El estrés y la ansiedad pueden conducir a un aumento del apetito y cambios en las preferencias alimentarias. Estaríamos ante una ingesta emocional que refiere el consumo de alimentos por razones diferentes a la ingesta homeostática: esto sería para afrontar emociones, para celebrar, para socializar, en respuesta a señales del entorno y en respuesta a creencias relacionadas con los alimentos o el cuerpo. Peor aún, las redes sociales en relación con la alimentación suelen suscitar confusión al presentar diferentes discursos contrapuestos. Si a esto le añadimos que un mismo discurso suele ser modificado una y otra vez por nuevos estudios, los cambios socioculturales o los intereses económicos, entre otros factores, la desorientación es todavía mayor. Si bien algunos adolescentes, por su propia iniciativa, miden y reducen su tiempo en las redes sociales para realizan actividades por fuera de sus dispositivos, esto podría no ser sencillo para adolescentes que sufren ansiedad, depresión u obesidad, con el estigma que dichos padecimientos en algunas sociedades implica. Enfocarse en esta población cuándo tienen dichos factores de riesgo, podría evitar el uso problemático de las redes sociales y promover conductas más saludables. Sería prioritario que los padres, no sólo en la adolescencia, sino antes de la llegada de la misma, entrenen a sus hijos a cortar a tiempo el excesivo uso de la tecnología para dar lugar a mayor cantidad de horas de sueño y comidas compartidas en familia, libre de dispositivos dando un lugar adecuado a ambas actividades fundamentales en la vida de todo adolescente. Rever y mitigar el impacto de las redes sociales, diseñando programas eficaces de intervención abarcando la imagen corporal, la autoestima, y la educación alimentaria, sería una herramienta fundamental para trabajar en el mejoramiento de la autorregulación conductual, es decir, la habilidad de inhibir impulsos, de calmarse frente al estrés, que tendría un importante efecto en la prevención del aumento y el mantenimiento del peso corporal.

Palabras Clave
Especialidades
SM.gif SP.gif      EdM.gif Nu.gif P.gif
ua81618